“Vieques es nuestra casa”: 24 años de la Alianza de Mujeres Viequenses
Por: Laura M. Quintero y Camille Padilla Dalmau
La artista es una niña de 11 años, Sophia Paola Rivera Rodríguez; su ‘taller’, un salón de la escuela María Simmons, en el norte de Vieques. Hay alrededor de 30 mujeres reunidas, y a Sophia le ha tocado la tarea complicada de interpretar los problemas sociales que aquejan a las mujeres viequenses: la falta de techos seguros, la violencia doméstica, así como la necesidad de seguridad alimentaria, vivienda, salud mental y reproductiva. Sophia reflexiona, junto a otras, sobre el impacto y significado de cada uno de estos reclamos. Toma la esponja y el pincel, y vuelca sus ideas en los cuerpos de otras jóvenes viequenses.
Cinco mujeres, entre las edades de 7 y 24 años, posan como estatuas vivientes, como se le conoce a este instrumento de manifestación política. Están pintadas —desde el cuello hasta el empeine— de distintos colores: verde, amarillo, violeta, rojo y rosa. Estas mujeres ponen el cuerpo, literalmente, para la denuncia. Rechazan la idea del cuerpo como un mero objeto de deseo. Intentan romper también con el patrón de los cuerpos reprimidos. Prefieren hablar de cuerpos liberados, empoderados; aquellos que se apropian del espacio público y se adueñan de su tierra y de sus recursos.
“Ya cumplimos 24 años de esta organización que ha servido para darle espacio y oportunidad a las mujeres viequenses, para empoderarse y salir a la calle y reclamar lo que justamente merecen todas”, expresó la cofundadora de la alianza, Judith Conde Pacheco, en entrevista con 9 Millones.
La alianza se fundó el 14 de mayo de 1999, tras el homicidio de David Sanes, un guardia que murió a causa del bombardeo de la Marina contra el puesto de observación de Cerro Matías. La campaña de movilización y derechos humanos, desde ese entonces, ha llevado la consigna “Vieques es nuestra Casa”.
“El patio de nuestra casa se utilizaba para hacer actividades militares. Hoy día, la amenaza de nuestra casa es que nos están desplazando… Ya no es el cuerpo militar. Son otros individuos —el capital extranjero— distintas fuerzas. Es interesante porque, contra el cuerpo militar, nosotros teníamos como ese portón —un referente, tal vez— donde sabíamos que podíamos llevar la protesta o la denuncia. En este momento, es un inversionista, que vive yo no sé dónde”, problematizó Conde Pacheco.
“Entendemos que el desplazamiento se manifiesta de diferentes maneras: no tener sala de parto es una manera de desplazar”,
reflexionó Andrea Malavé Bonilla, integrante de la alianza, de 24 años de edad.
La sala de parto del Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) Susana Centeno, ubicado en la isla municipio, cerró hace ocho años, por problemas estructurales y del sistema de ventilación. La construcción de un hospital en Vieques, con fondos de recuperación del huracán María, se ha seguido retrasando.
“El desplazamiento lo podemos ver desde los inversionistas comprando y gastando miles de dólares, pero también, de parte del gobierno, con la eliminación de servicios esenciales”, añadió.
Malavé Bonilla explicó que, en Vieques, se ha observado una alta incidencia de embarazo precoz. Un ginecólogo visita la Isla Nena solo una vez a la semana. Actualmente, no hay obstetra que atienda a las mujeres viequenses. Entre la juventud, hay poca educación sexual sobre los métodos anticonceptivos; las alternativas para terminar embarazos ni siquiera están disponibles. Además, apenas existen servicios psicológicos para la población viequense, agregó.
Esos problemas sociales y otros, que se plasmaron en las estatuas vivientes, surgieron de una encuesta de necesidades repartida entre las viequenses. Ese será el enfoque de las próximas acciones, dijo Malavé Bonilla. “Estamos haciendo encuentros, diálogos, talleres e iniciativas de educación… Queremos que más mujeres conozcan de la alianza. Estamos en la etapa de integrar mujeres jóvenes a este proceso (de organización)”, detalló.
El relevo intergeneracional
Aunque la alianza perdió el espacio físico que tenía en el casco urbano, en 2010, las mujeres se mantuvieron participando en sus respectivas comunidades y organizaciones, aseguró la cofundadora de la alianza.
En 2021, las activistas jóvenes enfrentaron retos en movilizar al pueblo para reclamar un transporte público marítimo eficiente. Fue entonces que le pidieron a las integrantes de la alianza que compartieran el conocimiento adquirido en su lucha contra la Marina.
Comenzaron a reunirse a finales de 2022, relató Malavé Bonilla. Ahí, nació el concepto de las duplas —juntar a una joven con una mentora, de mayor experiencia— para organizar distintas actividades.
“Yo, en mi vida, pensé lo novedoso que era lo que ellas estaban haciendo: luchando contra un sistema patriarcal, de lucha también. Aparte de sacar a la Marina, eran múltiples facetas de lucha, de ‘vamos a empoderar a estas mujeres’, vamos a darle a que reconozcan salud sexual, a trabajar socialmente lo que está ocurriendo dentro del hogar”, resumió Karib Mar González Rivera, de 33 años. Karib es una de las jóvenes que se crió con la alianza y que, ahora, asume el liderato.
Por su parte, Conde Pacheco agradeció el apoyo que han recibido de colectivos ubicados en otras partes del archipiélago. A través del conocimiento compartido, afirmó que han logrado fortalecer las estrategias implementadas en Vieques: “Todas somos parte de un archipiélago, así que aprendimos juntas muchas cosas que estamos poniendo en función de una nueva generación”.
Aunque la precariedad ha sido el motor de la lucha viequense, la presencia de las mujeres, por décadas, ha sido clave en las victorias comunitarias en la Isla Nena.
“Es triste porque, lamentablemente, (las viequenses) toman acción porque están en una posición que las obliga a tomar acción. Desde que nacemos, estamos en las de ‘okay, vamos a defendernos de esto, de lo otro’, y siempre estamos ahí. 'Vamos a hacerlo'. Y ahora mismo, en Vieques, las que están dando la cara por Vieques, precisamente, son las mujeres”, relató González Rivera.
Pese a los retos, las integrantes de la Alianza de Mujeres Viequenses se han empoderado a través de la comunidad que han creado y de los logros que han conseguido.
“Es super esperanzador, y uno dice que es un gran logro. Realmente, es un gran logro, una gran alegría, y te tengo que decir que es un legado que hacemos a esta comunidad y que, las que ya no están, lo están disfrutando”, reconoció la líder comunitaria.
La periodista Camille Padilla Dalmau dirigió el video reportaje y reportaje sonoro copublicado en La Sala de Todas. Laura Quintero adaptó la obra a versión escrita. El periodista Luis Alfaro Pérez colaboró con la corrección y redacción de este artículo.
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